El Amor Propio, es un aspecto fundamental de nuestra vida que influye en nuestra autoestima, relaciones interpersonales, toma de decisiones y bienestar emocional. Es la forma en que nos vemos y cómo nos sentimos con nosotros mismos. Muchas veces es algo se busca en otros, pero que en realidad reside dentro de nosotros mismos. Durante gran parte de mi vida, he luchado con los demonios del pasado, cargando con las heridas de experiencias que me han hecho dudar de mi valía. Sin embargo, a lo largo de mi viaje, he aprendido que cultivar el amor propio es fundamental para sanar esas heridas y permitir que nuestro “Niño Interior”, ese SER vulnerable y auténtico, encuentre la curación y la armonía en este vasto universo.
Aunque algunas personas pueden tener un amor propio naturalmente fuerte, todos podemos trabajar en fortalecerlo. 7 son las fuerzas y 7 son los puntos a los que les he puesto atención y quiero compartir aquí en este post.
1- Reconocer las Heridas del Pasado: En cuanto a mi experiencia personal, el primer paso hacia el amor propio es reconocer las heridas que llevamos. A menudo, nuestros demonios internos provienen de experiencias tempranas, traumas o expectativas no cumplidas. Identificar estas fuentes de dolor es fundamental para comenzar el proceso de sanación.
2- Abrazar a Nuestro “Niño Interior”: Nuestro “Niño Interior” es la parte de nosotros que alberga las emociones más auténticas y vulnerables. Al abrazar y cuidar de este “Niño Interior”, podemos empezar a sanar. Hablar con él, consolarlo y permitirle expresar sus necesidades y deseos nos ayuda a establecer una relación más compasiva con nosotros mismos.
3- Practicar el Autocuidado: El amor propio implica cuidar de nosotros mismos a nivel físico, emocional y mental. Esto puede incluir la práctica del Mindfulness, la meditación, el ejercicio regular y una alimentación saludable. Al tener atendidas nuestras necesidades básicas, fortalecemos la base desde la cual podemos “CreSer”.
4- Perdonándonos a Nosotros Mismos: A menudo somos nuestros críticos más severos. Para cultivar el amor propio, es fundamental aprender a perdonarnos a nosotros mismos por errores pasados y decisiones que lamentamos. El perdón nos libera de la carga del remordimiento y nos permite avanzar con ligereza.
5- Establecer Límites Saludables: Aprender a decir «no» cuando sea necesario y establecer límites saludables es una parte esencial del amor propio. Esto protege nuestra energía y nos permite enfocarnos en lo que realmente importa para nuestro bienestar.
6- Practicar la Gratitud y la Positividad: Cultivar el amor propio implica cambiar nuestra perspectiva hacia una más positiva. La práctica diaria de la gratitud nos ayuda a apreciar lo que tenemos y a enfocarnos en lo positivo en lugar de lo negativo.
7- Buscar Apoyo y Ayuda Profesional: A veces, sanar heridas profundas y cultivar el amor propio requiere la ayuda de un terapeuta o consejero. No hay porque sentirse mal en buscar apoyo profesional cuando sea necesario
En conclusión y de manera personal, opino que el viaje hacia el amor propio y la armonía interior es un proceso continuo. Al sanar los demonios del pasado y cuidar de nuestro “Niño Interior”, creamos un espacio para la autenticidad y la paz en nuestras vidas. A medida que cultivamos el amor propio, nos convertimos en seres más completos y podemos participar en el universo con una armonía que solo puede surgir desde dentro. Este viaje puede ser desafiante, pero es el camino hacia la verdadera “TRANSMUTACIÓN”.
El próximo Post estará dedicado a mostrar que bajo el seguimiento de un profesional cualificado, la fitoterapia y el uso de plantas medicinales desempeñan un papel importante en el proceso de cultivar el amor propio y la armonía interior, Además de ayudarnos a promover la salud física, también son útiles para fomentar el bienestar emocional y espiritual.
Dr. Jimmy Berrío Sierra
Bioquímica Vegetal