En el «Post» del mes de febrero, hablamos de la relación que existe entre el Estrés y el Sistema Inmune, vimos cómo se debilitaba nuestra “Inmunidad” con exceso de estrés. De acuerdo a la situación actual que estamos viviendo, vamos a dar ciertas pautas de cómo fortalecer nuestro Sistema Inmunológico, pero primero vamos a conocerlo a grandes rasgos, para saber de qué se compone y cómo podemos incrementar nuestra respuesta Inmune.
Ataque a una Célula por Microorganismos Patógenos
El Sistema Inmune se compone de células especiales, proteínas, tejidos y órganos; que juntos se encargan de protegernos a diario contra el ataque de sustancias en el ambiente, de gérmenes como bacterias, virus y demás agentes patógenos.
En una persona sana, el sistema inmunológico se desempeña con asombrosa eficacia para prevenir infecciones y así mantenerla saludable. Esta red de células, tejidos y órganos trabajan en conjunto para proteger al cuerpo, mediante una serie de pasos llamados «respuesta inmune«.
Dentro de las células especiales, mencionadas anteriormente tenemos los conocidos glóbulos blancos o «Leucocitos» y son de dos tipos básicos:
- Fagocitos: Células que destruyen a los organismos o sustancias invasoras.
- Linfocitos: Células que permiten al cuerpo recordar y reconocer a los invasores y ayudar a eliminarlos.
Los diferentes tipos de leucocitos se combinan para encontrar y destruir los microorganismos o sustancias que causan las molestias y/o enfermedades. Se producen o almacenan en varios lugares del cuerpo, que incluyen el timo, el bazo y la médula ósea. Por este motivo, estos órganos se denominan «órganos linfáticos». Los leucocitos también se almacenan en masas de tejido linfático, principalmente en forma de ganglios linfáticos, que se encuentran en todo el cuerpo (ver figura).
Los leucocitos circulan desde y hacia los órganos y los ganglios por medio de vasos linfáticos y vasos sanguíneos.
De esta manera, el sistema inmunológico funciona de forma coordinada para guiar al cuerpo en busca de gérmenes o sustancias que puedan ocasionar problemas.
¿CÓMO FORTALECER NUESTRA RESPUESTA INMUNITARIA?
Después de hacer una pequeña descripción de nuestro Sistema Inmune, vamos a hablar de las diferentes estrategias a utilizar para fortalecerlo. Primero, cabe destacar que la base de una buena Salud física y mental, tiene que ver con llevar una buena higiene de vida. Eso incluye una buena alimentación, el ejercicio físico, (adaptado a las capacidades de cada uno) y el ejercicio mental (Yoga, meditación, técnicas de relajación mental).
Hay momentos que por más que llevemos un estilo de vida saludable, se presentan factores, como el ataque de patógenos (Virus y Bacterias), factores enógenos, las estaciones etc, que llevan al sistema inmune a emplearse a fondo y nos veamos en la obligación de recurrir a suplementos, plantas y/o vitaminas, para fortalecerlo y contrarrestar dichos factores que ponen en riegos nuestra salud.
La vitamina C es una de las más utilizadas. Ya se ha demostrado en estudios científicos publicados, que la Vitamina C promueve el aumento de las defensas, estimulando la actividad del sistema inmunológico, reduciendo así la intensidad y duración de los resfriados y la gripe.
Dentro de las plantas utilizadas para reforzar la respuesta innmune se encuentra la Equinacea, (Echinacea purpurea).
Históricamente en la etnomedicina indígena, la raíz de la planta equinácea ha sido ancestralmente utilizada por los nativos en Norteamérica para una variedad de condiciones, incluyendo: dolor en las articulaciones, infecciones, picaduras de insectos, heridas, dolor de muelas, y como un antídoto para las mordeduras de serpiente.
Equinacea (Equinacea purpurea)
Actualmente es una de las plantas medicinales más estudiadas a nivel científico, para estimular el sistema inmunológico por este motivo es interesante citarla y hablar un poco sobre los estudios científicos realizado con esta planta.
El análisis exhaustivo realizado por Barret y colaboradores, concluyó que dentro de las muchas propiedades que tiene el Echinacosido, biocompuesto presente en la Equinacea (anti-inflamatorio, antioxidante, antifúngico), cabía destacar los efectos positivos sobre las células del sistema inmunológico, al estimular la producción Leucocitos en especial las células T (responsables de coordinar la respuesta inmune) y la secreción de interferón (células que evitan la replicación de los virus), logrando así fortalecer las células sanas del cuerpo, para defenderlo contra los diferentes factores que puedan ocasionar un desequilibrio en la salud, como por ejemplo las infecciones víricas. Evidenciando así su acción inmunoduladora, convirtiéndolo en un candidato para estimular el sistema inmunológico.
Otra alternativa para estimular la función inmunitaria es el consumo de una seta comúnmente conocida como Reishi, (Ganoderma lucidum). Que pese a ser considerado no comestible por su sabor amargo y consistencia leñosa, a día de hoy es uno de los hongos más usados para reforzar nuestra respuesta innmune. Las virtudes de los extractos de Reishi, han pasado de generación en generación desde hace más de 4000 años. Es por eso que desde tiempos ancestrales, en la cultura de la Medicina China y Japonesa, el Reishi se ha utilizado para incentivar nuestro sistema inmune y para el tratamiento de: Cáncer, Hepatopatías, Nefritis, Hipertensión, Artritis, Neurastenia, Insomnio, Bronquitis, Asma y Ulceras gástricas, entre otros.
Reishi (Ganoderma lucidum)
Estudios recientes destacan la capacidad activadora de los Triterpenos y los Polisacáridos (principales sustancias presentes en el Reishi), sobre las células del sistema inmunológico, efecto que se manifiesta a través de la estimulación de la producción de los Leucocitos anteriormente descritos como interleucinas (IL) y factor de necrosis tumoral-α (TNF-α), interferón (IFN), capaces de frenar la replicación viral.
Existen más plantas que sabiéndolas utilizar en sinergia nos ayudan a mejorar nuestra respuesta inmune, si quieren más información al respecto, estaré encantado de atenderlos por mensaje privado.
Hablando de las setas medicinales, podemos decir que a lo largo de la historia han sido consumidas en distintas culturas como la china y japonesa, por sus propiedades para el beneficio de la salud.
Precisamente, su alto contenido en componentes reguladores del equilibrio del organismo, así como una composición nutricional determinante, las convierte en esenciales para la prevención de las patologías que en la actualidad predominan en la sociedad, entre las que destacamos las de origen autoinmune, las cardiovasculares y los cánceres.
Pero ese será un tema que trataremos en un “Post” posterior:
“EL PAPEL DE LAS SETAS MEDICINALES EN LA SALUD”.
Saludos
PREÁMBULO AL TALLER DE ELABORACIÓN DE EXTRACTOS BOTÁNICOS
Dr. Jimmy Berrío Sierra
Bioquímica Vegetal